El aura de tu monitor
es lo único que alumbra este cuarto
donde la quietud nocturna
yace en vela junto contigo
esperando, siempre esperando
con la mirada perdida y taciturna
el momento de su llegada.
Golpeas suavemente tus muslos
siguiendo el ritmo de la rola,
a volumen moderado musita
Morrissey dentro de tus bocinas
-El tiempo es como un sueño,
quien sabe lo que es real?-
cuanto mas va a durar.
Te levantas y das una vuelta, dos,
echas un vistazo por tu ventana,
la luna llena golpea tenuemente
tus cristales y escuchas a los lejos
a los olvidados beber y conversar,
te desprendes y regresas
a ocupar el mismo lugar.
El reloj avanza y cerca esta
de entrar a esa parte de la noche
donde las animas salen a pasear,
enciendes un cigarrillo y das
tres bocanadas al hilo sin parar,
parece ser que de nuevo
ella esta noche no vendrá.
No recuerdas cuanto tiempo
ha pasado desde la última vez,
sientes ese vacío en el abdomen,
necesitas aire fresco para disipar
todo esos pensamientos, sueños
que empezaste a moldear,
ella misma te lo advirtió.
La mirada se humedece,
te levantes y coges tu sudadera,
tus llaves y algo de cambio,
sales del cuarto que el silencio
cubre con su manto y entonces
una ventana aparece en la pantalla
- Amor he vuelto, estas ahí ?-