El pasado sábado 10 de Julio, Los Chilpas nos presentamos en el Tianguis Cultural del Chopo en lo que sería uno más de los momentos importantes en mi andar como músico. Algo similar se dio la primera vez que toque en Rockotitlán, el original de la colonia Nápoles, a un costado de la avenida de los Insurgentes. El cómo se dio la posibilidad de tocar ahí fue sencillo, navegando por la red encontré la pagina del tianguis en donde venia un número telefónico al cuál llame y contacte a Cesar Salas quien es uno de los responsables de Radio Chopo además de ser el encargado de recopilar el material auditivo y visual de todas las bandas que se presentan semanalmente. Me dio los requisitos (demo, logo, foto y reseña de la banda) los cuales debía entregarle en el lugar donde se llevan a cabo las tocadas, esto es en la parte donde termina el tianguis y que es donde se congregan todos aquellos que llevan su material discográfico (LP’s o CD’s) para intercambiarlo.
Después de este primer paso, vendría la espera que es el tiempo en que se toman para programarte y comunicarse contigo para avisar cuando te presentas. Aquí lo único que nos preocupaba era el que fueran a llamarnos cuando ya no estuviera el Chillón quien posiblemente ya se encontraría en el gabacho disfrutando su estadía de 6 meses. Pero para buena fortuna de Los Chilpas, la llamada de aviso se realizo el jueves 1º de julio, con una semana de margen para poder invitar gente a través de los diversos medios disponibles (My Space, Facebook, Twitter, Hi5) y hacer la difusión necesaria para que le cayera la banda a apoyarnos. Debido a una serie de ajustes dentro del grupo, se perdió la continuidad de los ensayos y solo tuvimos uno previo al concierto en el Chopo. Me sorprende el hecho de que a pesar de no haber practicado juntos desde la última fiesta, sonábamos bien y fueron nimios los detalles que debíamos de pulir. Todo marchaba bien pero el clima de los últimos días ensombrecía un poco nuestras expectativas de que fuera a realizarse la tocada con casa llena o más bien, con calle llena.
Por fin llego el sábado pero no lo hizo solo, una lluvia persistente auguraba que así sería durante todo el día y la hora programada para salir de Chilpa con rumbo al Chopo se demoro, de las 9 que acordamos íbamos saliendo casi a las 9:30 con todo y paraguas mientras a mi celular llegaban mensajes de que Lepruchan’s ya había arribado al Chopo desde muy temprano. Al momento que llegamos las tres cuartas partes de la banda a Buenavista, el cielo se despejaba para dejar entrever a un sol que había estado ausente los días pasados, esto avivaba los ánimos y la idea de que todo iba a salir bien ese día para Los Chilpas. Pero si algo nos ha caracterizado es que siempre, a pesar de prever cualquier eventualidad, pues algo sucede y pues le quita el redondear la tocada sin ningún imprevisto. En esta ocasión y para ser fieles en esta tradición, Britney el bataco quien con su hermano Beto llegaron desde muy temprano al tianguis, omitió el pequeño detalle de que debía llevar consigo –además de su pedal y platillos- la tarola.
Este olvido lo tomo con la mayor calma del mundo ya que en vez de preocuparse desde un principio para ver como lo solucionaba o si negociaba con algunos de los compañeros músicos el que se la prestaran, se dedico a echar trago con nuestros cuates en envases de bonafina que sirvieron de camuflaje para la cerveza que corrió desde el principio y hasta el final de nuestra presentación…yo tome unos cuantos tragos para el nervio. Fuimos siete bandas ese día (Madame Bisturí, Vantroi, entre otras) y el orden en que tocaría cada una se sorteo, nos toco la posición cinco y calculábamos que estaríamos empezando alrededor de las 2:30. El sol salía, se escondía y la amenaza de lluvia seguía latente mientras comenzaban a tocar las bandas. Cesar Salas presentaba a cada una y documentaba con fotos lo que acontecía en el escenario improvisado que se encuentra justo en una esquina, a un lado de unas instalaciones de la extinta Luz y Fuerza del Centro. Una a una fueron tocando los 25 minutos que duraba cada presentación y repare poco en ellas ya que estaba más al pendiente de lo que sucedía a mi alrededor y al clima caprichoso que no terminaba por definirse.
Recuerdo que la primera banda era de Guadalajara que traían una onda como progresiva y la que se presento previo a nuestro turno, me quede con la imagen de la bajista que aparte de muy guapa ella, su grupo era como una mezcla de rock gótico con dark. Los broders de Madam Bisturí que descargaron su mezcla de psicodélico, garaje y grunge, con los cuales platicamos al llegar y Los de Vantroi con quienes negociamos nos prestaran la tarola para el tarado del Britney que se le había olvidado. Llego nuestro turno y gran parte de la banda que fue a vernos se posiciono en la parte de adelante para poder tomar fotos y grabar a diestra y siniestra. Los de Vantroi querían saltarse el orden, se suponía que ellos cerrarían pero ante la evidente amenaza de lluvia quisieron adelantarse y no habríamos cedido si a aquel no hubiera olvidado la tarola, justo en el momento en que íbamos a entrar estaba viendo quien hacía el paro y al ver que nomas nada, le dije que negociara con los de Vantroi el lugar a cambio de la tarola. Aceptaron y bueno, se prolongo la espera media hora más disfrutando a Vantroi que prendió a la banda y en más de una ocasión armo el slam en donde hombres y mujeres bailaban por igual, o más bien, se daban de chingadazos por igual.
Por fin, Los Chilpas al frente con todo y chivas. El nervio como siempre hace acto de presencia durante la primera rola pero conforme va avanzando termina yéndose y el Piolo por poco termina en el suelo. Previo a empezar no se dio cuenta de un cable de micrófono y ¡zas! poco falto para terminar con todo y lira a pies del amplificador Marshall con su respectivo madrazo…Los Chilpas al final de cuentas. Pensamos que solo alcanzaría para tocar 5 rolas pero no, al final fueron 6 y que fueron sonando en este orden: Con Nadie, Chilpa’s Bar, El Surf de la Cantina, SKaren, De Locos y 2 litros de Mezcal con la que cerramos en lo que fue nuestra presentación en el Chopo, mi primera vez descargando en directo en el Chopo. Llegaron muchos que nos esperábamos y faltaron algunos que pensamos estarían ahí, compartiendo con nosotros el momento, Tlaloc dejo que se armara el Rock mientras Los Chilpas sonaron y rockearon bien.
Justo cuando ya íbamos de salida dejo caer su lluvia, avanzábamos en fila con los paraguas a través del tianguis. Nos empapamos de todas formas pero no importaba, Los Chilpas sonaron en el Chopo y eso es algo que había que celebrar.
Después de este primer paso, vendría la espera que es el tiempo en que se toman para programarte y comunicarse contigo para avisar cuando te presentas. Aquí lo único que nos preocupaba era el que fueran a llamarnos cuando ya no estuviera el Chillón quien posiblemente ya se encontraría en el gabacho disfrutando su estadía de 6 meses. Pero para buena fortuna de Los Chilpas, la llamada de aviso se realizo el jueves 1º de julio, con una semana de margen para poder invitar gente a través de los diversos medios disponibles (My Space, Facebook, Twitter, Hi5) y hacer la difusión necesaria para que le cayera la banda a apoyarnos. Debido a una serie de ajustes dentro del grupo, se perdió la continuidad de los ensayos y solo tuvimos uno previo al concierto en el Chopo. Me sorprende el hecho de que a pesar de no haber practicado juntos desde la última fiesta, sonábamos bien y fueron nimios los detalles que debíamos de pulir. Todo marchaba bien pero el clima de los últimos días ensombrecía un poco nuestras expectativas de que fuera a realizarse la tocada con casa llena o más bien, con calle llena.
Por fin llego el sábado pero no lo hizo solo, una lluvia persistente auguraba que así sería durante todo el día y la hora programada para salir de Chilpa con rumbo al Chopo se demoro, de las 9 que acordamos íbamos saliendo casi a las 9:30 con todo y paraguas mientras a mi celular llegaban mensajes de que Lepruchan’s ya había arribado al Chopo desde muy temprano. Al momento que llegamos las tres cuartas partes de la banda a Buenavista, el cielo se despejaba para dejar entrever a un sol que había estado ausente los días pasados, esto avivaba los ánimos y la idea de que todo iba a salir bien ese día para Los Chilpas. Pero si algo nos ha caracterizado es que siempre, a pesar de prever cualquier eventualidad, pues algo sucede y pues le quita el redondear la tocada sin ningún imprevisto. En esta ocasión y para ser fieles en esta tradición, Britney el bataco quien con su hermano Beto llegaron desde muy temprano al tianguis, omitió el pequeño detalle de que debía llevar consigo –además de su pedal y platillos- la tarola.
Este olvido lo tomo con la mayor calma del mundo ya que en vez de preocuparse desde un principio para ver como lo solucionaba o si negociaba con algunos de los compañeros músicos el que se la prestaran, se dedico a echar trago con nuestros cuates en envases de bonafina que sirvieron de camuflaje para la cerveza que corrió desde el principio y hasta el final de nuestra presentación…yo tome unos cuantos tragos para el nervio. Fuimos siete bandas ese día (Madame Bisturí, Vantroi, entre otras) y el orden en que tocaría cada una se sorteo, nos toco la posición cinco y calculábamos que estaríamos empezando alrededor de las 2:30. El sol salía, se escondía y la amenaza de lluvia seguía latente mientras comenzaban a tocar las bandas. Cesar Salas presentaba a cada una y documentaba con fotos lo que acontecía en el escenario improvisado que se encuentra justo en una esquina, a un lado de unas instalaciones de la extinta Luz y Fuerza del Centro. Una a una fueron tocando los 25 minutos que duraba cada presentación y repare poco en ellas ya que estaba más al pendiente de lo que sucedía a mi alrededor y al clima caprichoso que no terminaba por definirse.
Recuerdo que la primera banda era de Guadalajara que traían una onda como progresiva y la que se presento previo a nuestro turno, me quede con la imagen de la bajista que aparte de muy guapa ella, su grupo era como una mezcla de rock gótico con dark. Los broders de Madam Bisturí que descargaron su mezcla de psicodélico, garaje y grunge, con los cuales platicamos al llegar y Los de Vantroi con quienes negociamos nos prestaran la tarola para el tarado del Britney que se le había olvidado. Llego nuestro turno y gran parte de la banda que fue a vernos se posiciono en la parte de adelante para poder tomar fotos y grabar a diestra y siniestra. Los de Vantroi querían saltarse el orden, se suponía que ellos cerrarían pero ante la evidente amenaza de lluvia quisieron adelantarse y no habríamos cedido si a aquel no hubiera olvidado la tarola, justo en el momento en que íbamos a entrar estaba viendo quien hacía el paro y al ver que nomas nada, le dije que negociara con los de Vantroi el lugar a cambio de la tarola. Aceptaron y bueno, se prolongo la espera media hora más disfrutando a Vantroi que prendió a la banda y en más de una ocasión armo el slam en donde hombres y mujeres bailaban por igual, o más bien, se daban de chingadazos por igual.
Por fin, Los Chilpas al frente con todo y chivas. El nervio como siempre hace acto de presencia durante la primera rola pero conforme va avanzando termina yéndose y el Piolo por poco termina en el suelo. Previo a empezar no se dio cuenta de un cable de micrófono y ¡zas! poco falto para terminar con todo y lira a pies del amplificador Marshall con su respectivo madrazo…Los Chilpas al final de cuentas. Pensamos que solo alcanzaría para tocar 5 rolas pero no, al final fueron 6 y que fueron sonando en este orden: Con Nadie, Chilpa’s Bar, El Surf de la Cantina, SKaren, De Locos y 2 litros de Mezcal con la que cerramos en lo que fue nuestra presentación en el Chopo, mi primera vez descargando en directo en el Chopo. Llegaron muchos que nos esperábamos y faltaron algunos que pensamos estarían ahí, compartiendo con nosotros el momento, Tlaloc dejo que se armara el Rock mientras Los Chilpas sonaron y rockearon bien.
Justo cuando ya íbamos de salida dejo caer su lluvia, avanzábamos en fila con los paraguas a través del tianguis. Nos empapamos de todas formas pero no importaba, Los Chilpas sonaron en el Chopo y eso es algo que había que celebrar.
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