Y allí estaba con mi amigo Galactus en el bar de San Pedro de los Pinos. Poco faltaba para que este cerrará y la banda de casa empezaba a recoger sus instrumentos y equipo. Más que borracho me sentía cansado y a sabiendas de que solo podría dormir 4 horas a lo mucho, porque al día siguiente tenía que ir a chambear.
En este medio se conoce a todo tipo de personas, desde las más generosas y esplendidas hasta aquellas que argumentando velar por su negocio se portan de lo más miserable y ni un cacahuate te obsequian. Más o menos esto fue lo que ocurrió en este lugar llamado el Trópico en donde fuimos a hacer una audición con miras a poder estar tocando de manera frecuente y en un lugar fijo.
Undercover llevaba poco más de un año como agrupación y hasta ese momento nadie nos había dicho que no le gustaba lo que tocabamos. La mayoría de las veces los comentarios son a favor de que estamos haciendo bien las cosas y salvo alguno que otro consejo para mejorar. Pero el dueño del lugar no la soltó así tal cual, no le había gustado y al parecer hubo una confusión de nuestra parte ya que el había pedido rolas clásicas de los ochentas, pero en español. Obviamente el repertorio Undercoveriano no está casado con una época en específico y más bien incluye música de las bandas que nos gustan.
Tenemos rolas de aquellas que se pueden nombrar como esenciales en un grupo que se precie ser de covers pero también tenemos aquellas que se salen de lo común y habitual dentro de la mayoría de repertorios como por ejemplo Turning Japanese de The Vapors. Pero bueno, el caso es que no le gusto y el sintió en algún momento que su comentario hecho junto con que al Che! (vocalista) no se le había entendido nada pues no fue bien recibido y habría causado malestar en nosotros.
Y pues si, molestia hubo pero fue por el hecho de haber ido a tocar hora y media gratis -sea audición o no- y haber convocado a unas cuantas personas, lo cual no nos valió ni unas cervezas de cortesía. La neta se vieron mal pero bueno quizá se cobraron la de la semana anterior cuando estabamos viendo tocar a la banda de casa y algunos de los Unders se traían un buen relajito pero en buena onda y que quizá interpretarón como mofa hacía ellos.
A pesar de no haber "gustado", la posibilidad estaba abierta a que pudiéramos arreglarnos. Lo que pedían es que se tocará todos los sábados pero con la condición de que lleváramos gente. Obviamente esto no nos pareció viable y como se lo comente a la banda, a nuestras tocadas no siempre van las mismas personas, hay algunos que sí pero son los pocos y no podíamos comprometernos a estar llevando la misma afluencia de gente cada semana.
Lo que sonaba más factible era presentarnos cada dos o tres semanas, hasta ese momento la cosa iba más o menos bien pero todo se vino abajo cuando nos dijeron que la paga por día sería de $1000 ($200 para cada uno de los cinco Under's). Quedamos en llamarles pero la verdad no lo hicimos y optamos por buscar otras opciones ya que después de haber sacado por evento $500 cada uno, ya no podiamos bajarnos de tarifa o dejarlo solo a que se discutieran con el chupe.
No solo de alcohol y groupies vive el músico, también hay que darle mantenimiento al equipo, a los instrumentos e ir adquiriendo más cosas. Al final pague la cubeta que consumimos cuando estabamos en plena tocada y que ingenuamente creí que eran cortesía del bar, me dispuse a departir con los pocos amigos que se dieron cita en el lugar y a ver a la banda residente que dudo mucho le pagaran $1000 por noche.
En este medio se conoce a todo tipo de personas, desde las más generosas y esplendidas hasta aquellas que argumentando velar por su negocio se portan de lo más miserable y ni un cacahuate te obsequian. Más o menos esto fue lo que ocurrió en este lugar llamado el Trópico en donde fuimos a hacer una audición con miras a poder estar tocando de manera frecuente y en un lugar fijo.
Undercover llevaba poco más de un año como agrupación y hasta ese momento nadie nos había dicho que no le gustaba lo que tocabamos. La mayoría de las veces los comentarios son a favor de que estamos haciendo bien las cosas y salvo alguno que otro consejo para mejorar. Pero el dueño del lugar no la soltó así tal cual, no le había gustado y al parecer hubo una confusión de nuestra parte ya que el había pedido rolas clásicas de los ochentas, pero en español. Obviamente el repertorio Undercoveriano no está casado con una época en específico y más bien incluye música de las bandas que nos gustan.
Tenemos rolas de aquellas que se pueden nombrar como esenciales en un grupo que se precie ser de covers pero también tenemos aquellas que se salen de lo común y habitual dentro de la mayoría de repertorios como por ejemplo Turning Japanese de The Vapors. Pero bueno, el caso es que no le gusto y el sintió en algún momento que su comentario hecho junto con que al Che! (vocalista) no se le había entendido nada pues no fue bien recibido y habría causado malestar en nosotros.
Y pues si, molestia hubo pero fue por el hecho de haber ido a tocar hora y media gratis -sea audición o no- y haber convocado a unas cuantas personas, lo cual no nos valió ni unas cervezas de cortesía. La neta se vieron mal pero bueno quizá se cobraron la de la semana anterior cuando estabamos viendo tocar a la banda de casa y algunos de los Unders se traían un buen relajito pero en buena onda y que quizá interpretarón como mofa hacía ellos.
A pesar de no haber "gustado", la posibilidad estaba abierta a que pudiéramos arreglarnos. Lo que pedían es que se tocará todos los sábados pero con la condición de que lleváramos gente. Obviamente esto no nos pareció viable y como se lo comente a la banda, a nuestras tocadas no siempre van las mismas personas, hay algunos que sí pero son los pocos y no podíamos comprometernos a estar llevando la misma afluencia de gente cada semana.
Lo que sonaba más factible era presentarnos cada dos o tres semanas, hasta ese momento la cosa iba más o menos bien pero todo se vino abajo cuando nos dijeron que la paga por día sería de $1000 ($200 para cada uno de los cinco Under's). Quedamos en llamarles pero la verdad no lo hicimos y optamos por buscar otras opciones ya que después de haber sacado por evento $500 cada uno, ya no podiamos bajarnos de tarifa o dejarlo solo a que se discutieran con el chupe.
No solo de alcohol y groupies vive el músico, también hay que darle mantenimiento al equipo, a los instrumentos e ir adquiriendo más cosas. Al final pague la cubeta que consumimos cuando estabamos en plena tocada y que ingenuamente creí que eran cortesía del bar, me dispuse a departir con los pocos amigos que se dieron cita en el lugar y a ver a la banda residente que dudo mucho le pagaran $1000 por noche.
Lo último que supe de este lugar fue que la delegación lo había clausurado a petición de los vecinos que se habían quejado por el ruido...justicia divina diria yo.
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