Esta es una reinterpretación del escrito de una amiga muy especial a la que aprecio mucho y cuyas letras son mi mayor adicción...Bx
Los pensamientos se suceden uno tras otro evocando aromas, texturas y sabores que inevitablemente me conducen a ti. Las palabras flotan en el ambiente y necesito asirlas con la red de la ilusión para guarecerlas entre mis piernas y mis costillas. Entregarme al sueño para aparecer en tu subconsciente provocando tus pesadillas. Adoro esa sensación de aquellas pequeñas garras queriendo rasgar mi atención. Olvidarme un poco o un mucho de aquellos actos cíclicos que pueblan mi existencia, dejar en libertad mis cabellos para ser la misma de ayer, la misma de hoy, la misma de mañana, de todo el tiempo. Sentir el aroma de la hoja que a pesar de ser arrebatada de su lecho fenece a gusto inundando con su olor mis dedos y las manos. El insomnio es bien recibido cuando trae consigo tu recuerdo, si te leo y te pienso no es posible conciliar el sueño. El olor de los días grises y sentir el llanto del cielo con andar despacio, como no queriendo avanzar. Aparentar fortaleza cuando por dentro todo se derrumbe, pero al final, siempre renazco de mis cenizas. Y el olvido pasa de frente manos a mis lados y las luciérnagas siempre presentes. El tabaco que impregna con recuerdos las pared, astillas que se entierran en la carne como no queriendo partir, los castillos en el aire siguen mientras un viento no los haga desaparecer y las palabras se contienen esperando el momento para brotar y dejarse sentir. Y el temblor que llega provocando en mis piernas el deseo de correr. La racionalidad que suelo dejar en el buró y la contradicción en las cosas que digo o que hago, las caídas después de ellas que mis rodillas todavía no adolecen y esa esquina sombría donde un día te encontré, cuando la tristeza musitaba cabizbaja y la locura no paraba de saltar.
Todo esto me gusta, me gustas tu y eso es algo que no quiero cambiar.
***
Los pensamientos se suceden uno tras otro evocando aromas, texturas y sabores que inevitablemente me conducen a ti. Las palabras flotan en el ambiente y necesito asirlas con la red de la ilusión para guarecerlas entre mis piernas y mis costillas. Entregarme al sueño para aparecer en tu subconsciente provocando tus pesadillas. Adoro esa sensación de aquellas pequeñas garras queriendo rasgar mi atención. Olvidarme un poco o un mucho de aquellos actos cíclicos que pueblan mi existencia, dejar en libertad mis cabellos para ser la misma de ayer, la misma de hoy, la misma de mañana, de todo el tiempo. Sentir el aroma de la hoja que a pesar de ser arrebatada de su lecho fenece a gusto inundando con su olor mis dedos y las manos. El insomnio es bien recibido cuando trae consigo tu recuerdo, si te leo y te pienso no es posible conciliar el sueño. El olor de los días grises y sentir el llanto del cielo con andar despacio, como no queriendo avanzar. Aparentar fortaleza cuando por dentro todo se derrumbe, pero al final, siempre renazco de mis cenizas. Y el olvido pasa de frente manos a mis lados y las luciérnagas siempre presentes. El tabaco que impregna con recuerdos las pared, astillas que se entierran en la carne como no queriendo partir, los castillos en el aire siguen mientras un viento no los haga desaparecer y las palabras se contienen esperando el momento para brotar y dejarse sentir. Y el temblor que llega provocando en mis piernas el deseo de correr. La racionalidad que suelo dejar en el buró y la contradicción en las cosas que digo o que hago, las caídas después de ellas que mis rodillas todavía no adolecen y esa esquina sombría donde un día te encontré, cuando la tristeza musitaba cabizbaja y la locura no paraba de saltar.
Todo esto me gusta, me gustas tu y eso es algo que no quiero cambiar.
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1 comentario:
oyeee!!!
no recordaba ese escrito... mil gracias por hacerme recordar... un beso...
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