martes, 4 de diciembre de 2007

PURIFICACION.

Sentado en la barra del bar del centro, sin parpadear y la mirada fija en el vaso sudado por los hielos que resguarda, medita sobre la certeza inequívoca de que todo fue un sueño. El bar luce implecable y solo el rumor de unas voces de una de las mesas del fondo llegan sin reparar mucho en ello.

El cantinero limpia la barra, cambia el cenicero con los restos de los cigarrillos que han acompañado los tragos y pregunta si desea uno mas. Asiente con la mirada y bebe de un solo golpe la mitad del contenido que quedaba en el vaso, el sabor del ron con el refresco de cola frío se desliza por su garganta para acceder a su interior donde yace la herida. Saca una pluma junto con el flyer de una tocada en el Bar Alicia de su sudadera y comienza la purificación:

Todo fue un sueño...y el único culpable
de sentirme así he sido yo,
por ser tan crédulo, por ignorar lo evidente,
por alimentar la ilusión.

Este es el precio que debo de pagar
por no valorar lo que aqui tengo,
ha llegado el momento de cambiar la ruta
alejarme de este sendero tan tropezado
y que no lleva a ningún lado.

El dolor es efímero y me sorprende ver
la rapidez con que me repongo de tu
desilusión.

Levanta la mirada y el lugar se empieza a poblar poco a poco. Pide un trago mas y el cantinero por accidente vierte parte del contenido en la parte trasera del flyer donde estaba el escrito. No se preocupe Jefe, letras mas...letras menos, ya es cosa del pasado. La tinta se corre en el papel y no repara en la imagen que se forma poco antes de ser depositado en el cesto con el resto de los desperdicios...un pequeño corazón partido en dos que da la impresión de que se esta derritiendo.

***